El amor es algo que refiere a la plenitud de la esencia de un ser humano en conjunción con la de otro.
El amor más puro que puedo encontrar, se da cuando un padre y un hijo se aman sin importar su pasado y descubriendo juntos un futuro.
El padre pudo haber hecho mil cosas que le llevaron al momento en que tuvo a su hijo y este último se encuentra libre de pasado por lo que no tiene un punto de referencia de lo que ha sido, más que de ser humano.
Creo que el sufrimiento viene desde las ideas. Enamorarse de la esencia de un ser es vivir el momento con este; descubrir sin supuestos; permanecer en ese descubrimiento.
Enamorarse de la idea que tenemos del otro ser, lleva a la decepción, puesto que es una construcción de la mente y no una realidad apartada a la nuestra, no representa algo por descubrir, no genera lazos, sino que más bien, barreras.
Un padre que se enamora de su hijo, puede amarlo con todas sus fuerzas, pero a veces, deposita en este espectativas que empañan esa visión tan clara de su esencia. Se idealiza al niño de una forma y cuando se desvía de esta idealización, viene el sentimiento de preocupación, pesar o tristeza.
Esa idea del niño es como un molde que no se acaba de llenar jamás y hace surgir ciertos vacíos existenciales: ¿estaré siendo un buen padre? Verlo sin un molde predefinido es libertad, pero esta última asusta, porque está llena de incertidumbres.
Creo que ocurre igualmente con una pareja: hacerse ideas de cómo debe ser con uno, de cómo debe expresar el amor o de disponer sobre sus sentimientos, empaña el descubrimiento del otro, no permite que nuestra propia esencia descubra la forma en la que se expresa la del otro y es ahí donde viene el desamor, el desencanto y el sufrimiento.
Las ideas, al fin del día, son ilusiones que pueden hacernos perder la esencia del otro. Enamorarse de un ideal sesga nuestro conocimiento, no sólo del otro, sino que de nosotros mismos y a veces, aceptamos sufrir por el amor que le tenemos a ese ideal. Las acciones, sin embargo, son existencia pura, fenómenos fugaces llenos de significados, algo inalcanzable para un ideal, algo que no tiene un molde para ser replicado. Por tanto, algo único para compartir, la esencia pura de lo que llamamos amor.
Simone Helen Drumond Ischkanian 🌷🌷
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